Ford Motor dijo el lunes que colaborará con un proveedor chino, Contemporary Amperex Technology Co. (CATL), en la construcción de una nueva planta de baterías para vehículos eléctricos valorada en $3,500 millones de dólares en Michigan, a pesar de las tensiones entre las dos naciones.
Lisa Drake, vicepresidenta de industrialización de vehículos eléctricos de Ford, afirmó que serán propietarios de la nueva instalación a través de una subsidiaria, en lugar de operarla de manera conjunta con CATL, lo que varios fabricantes de automóviles, incluido Ford, han hecho con socios extranjeros en los EEUU.
Ford licenciará la tecnología de CATL, que será su aliado estratégico.
“La tecnología LFP ya está aquí en los EEUU, está en muchos dispositivos electrónicos de consumo (…), pero, desafortunadamente, siempre se trae del extranjero”, dijo Drake durante una llamada a los medios. “Este proyecto tiene como objetivo reducir el riesgo al desarrollar la capacidad para producir esta tecnología en los Estados Unidos, donde Ford tiene el control”, agregó.
Se espera que la planta abra en 2026 y emplee a unas 2,500 personas. Producirá nuevas baterías de fosfato de hierro y litio, o LFP, a diferencia de las de manganeso de cobalto de níquel más caras que la compañía está utilizando actualmente. Se espera que las nuevas baterías ofrezcan diferentes beneficios a un costo menor, ayudando a Ford a aumentar la producción y los márgenes de ganancias.
Drake dijo que a Ford no le preocupa necesariamente que el gobierno chino interfiera con el acuerdo, y dijo que las compañías “ciertamente pensaron en eso (…).
La propiedad, en lugar de una alianza conjunta, puede ayudar a la marca estadounidense a evitar críticas políticas adicionales e incluso a calificar para créditos fiscales federales que se están entregando a coches que no utilizan combustibles fósiles.
Marin Gjaja, director de atención al cliente de la unidad de coches eléctricos de Ford, afirmó que una vez que comience la producción en la planta de Michigan, se espera que los autos califiquen para la mitad de los incentivos fiscales federales de hasta $7,500.
En agosto, el presidente Joe Biden firmó la Ley de Reducción de la Inflación de $430 mil millones, que incluyó créditos fiscales al consumidor de hasta $7,500 para la compra de autos que utilicen energía limpias, así como incentivos sustanciales para que las empresas produzcan baterías dentro de los Estados Unidos y evitar la dependencia externa, principalmente de China.
La nueva planta LFP se suma a las colaboraciones de Ford con LG Energy Solution y SK, con sede en Corea del Sur, incluida una empresa conjunta para plantas gemelas de baterías de iones de litio en Tennessee y Kentucky. Se espera que esas plantas entren en funcionamiento en 2025 y 2026.
Ford planea entregar 600,000 vehículos eléctricos al año en todo el mundo y 2 millones para fines de 2026. La empresa tiene como objetivo lograr un margen de beneficio ajustado del 8% en su negocio de vehículos que utilizan energías limpias.
El fabricante espera comenzar a ofrecer las baterías LFP en el Mustang Mach-E a finales de este año, seguidas por la camioneta F-150 Lightning el próximo año. Obtendrá esa tecnología de CATL.