Global Pharma Healthcare es el laboratorio que distribuyó las gotas para los ojos relacionadas con un brote de bacterias mortales que han causado ceguera, extirpaciones y hasta la muerte.
Una mujer de Florida, Clara Elvira Oliva de 68 años, ha demandado al fabricante alegando que su producto es el causante de una infección que la dejó ciega. El ojo derecho de Oliva fue removido y reemplazado con un implante de plástico en septiembre de 2022, para controlar una “infección grave resistente a los antibióticos”.
“Dada su disminución de la agudeza visual de 20/200 en el ojo izquierdo restante, la señora Oliva ahora está legalmente ciega”, según consta en la denuncia.
El artículo envuelto en las graves acusaciones son las lágrimas artificiales EzriCare fabricadas por Global Pharma Healthcare.
Tres personas han muerto, otras ocho informaron haber perdido la visión y a otras cuatro, incluida Oliva, se les ha extirpado uno de los globos oculares debido a la gravedad de la infección, según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La infección es ocasionada por una rara bacteria extremadamente resistente a los medicamentos llamada Pseudomonas aeruginosa. El germen se ha relacionado con las lágrimas artificiales EzriCare, según informaron las autoridades sanitarias estadounidenses.
Global Pharma retiró del mercado por posible contaminación bacteriana todos sus lotes de lágrimas artificiales EzriCare & Delsam Pharma, así como del ungüento artificial para ojos de Delsam Pharma.
Según la demanda, Oliva comenzó a usar el producto ahora retirado en mayo de 2022 después de que cambiaron las gotas para los ojos autorizadas por su aseguradora. En agosto, su ojo derecho estaba “notablemente rojo, hinchado y anormalmente lloroso”.
El medicamento que le recetaron no fue efectivo y su visión continuó deteriorándose. Supuestamente siguió teniendo dolor crónico en el ojo y su visión siguió desmejorando.
Las pruebas finalmente indicaron que había un “crecimiento de pseudomonas aeruginosa”, según la acusación.
“A pesar del tratamiento médico agresivo, el dolor en su ojo derecho siguió aumentando, su agudeza visual empeorando y la úlcera corneal creció”, afirma la demanda. ”
Dada la gravedad de la infección, los profesionales médicos determinaron que extirparle el ojo era la mejor opción.