Muchas personas recién inician su vida laboral preparan su declaración de impuestos sin mayores contratiempos, sin embargo, a medida que van pasando los años y las finanzas van creciendo, por ejemplo con la compra de propiedades y la llegada de nuevas fuentes de ingresos, se hace más difícil hacerlo sin ayuda.
En los Estados Unidos la mayoría de las declaraciones de impuestos presentadas electrónicamente el año pasado, fueron realizadas por preparadores de impuestos, según el IRS. En este año, a partir del 24 de febrero, la cantidad de solicitudes de estos servicios aumentó un 6.1% en comparación con el año anterior.
El IRS estima que el tiempo promedio que todos los estadounidenses dedican a la declaración de impuestos es de 13 horas, a un costo de $250, incluidos los que presentan su declaración a través de un preparador y los que lo hacen por su cuenta.
Para quienes actualmente están sopesando esta decisión de contratar, existen algunas formas clave para determinar si realmente es necesario.
Para los contribuyentes con declaraciones directas, puede ser excesivo pagar por un preparador de impuestos costoso, dijo Clay Ernst, planificador financiero certificado de Edelman Financial Engines en Colorado Springs, Colorado.
Los contadores dicen que algunos ejemplos de procesos que no requieren ayuda profesional son los jubilados con un cheque del Seguro Social, uno de pensión y una distribución anual de una cuenta de jubilación individual. O también una pareja casada donde ambos cónyuges tienen declaraciones de impuestos y salarios W2, y tienen inversiones limitadas fuera de los planes de jubilación de su lugar de trabajo. Estos tipos de contribuyentes podrían usar un software comercial de impuestos sin ninguna ayuda adicional.
Algo diferente ocurre con quienes trabajan en varios estados, tenedores de acciones o cuando se vende una propiedad de alquiler. Incluso los contribuyentes con ingresos de trabajo por cuenta propia pueden necesitar asesoramiento pagado y así evitar deducciones comerciales excesivas o la deducción de la oficina en el hogar.
Otra alternativa es comprar complementos para el software de declaración de impuestos. Por ejemplo, TurboTax lanzó desde 2017 un producto complementario donde el usuario puede chatear con un profesional.
H&R Block, que comenzó como una oficina física, ahora ofrece un chat con un complemento profesional de impuestos durante tres años. Un profesional de impuestos firmará la declaración completa a cambio de una tarifa adicional.
Aunque el preparador pagado es responsable de la precisión sustantiva de la declaración, es el declarante el responsable final de la precisión de lo informado, según el IRS. De allí que sea muy importante verificar las credenciales de su futuro asesor.
Es indispensable que la persona que usted contrate cuente con un número de identificación fiscal de preparador emitido por el IRS. Aun así, contar con esta acreditación no garantiza por sí solo ningún nivel de experiencia: más del 75% de todas las multas a los preparadores de declaraciones que el IRS emitió en 2021, se impusieron a preparadores sin credenciales, según la Defensora del Contribuyente Erin Collins.
De las más de 700,000 personas con un PTIN, menos de la mitad tiene credenciales como ser abogado, contador público certificado o agente inscrito. Estos preparadores que tienen credenciales de abogado, contador público certificado o agente registrado deben aprobar exámenes de competencia, cumplir con los requisitos de educación continua y están sujetos a las normas de conducta. Además, pueden representar a los contribuyentes ante el IRS en caso de un procedimiento de auditoría o cobranza. Además, el IRS tiene un directorio donde se puede verificar las credenciales de cualquier preparador.