Fiona Afshar tiene 57 años y ha trabajado como programadora, florista y además es madre de tres hijos. Nunca se imaginó que ganaría dinero cocinado hasta que creó su cuenta de Instagram @cookingwithfiona en 2018 para compartir videos de cocina instructivos que filmó inicialmente para su hija. Hoy día, a cinco años de haber iniciado su negocio de cocina, recibe un buen pago por ello y comparte su amor con casi medio millón de seguidores.
Criada en Irán, aprendió que la comida significa amor. “Cuanto más te alimentamos, más te amamos”, afirmó. Poco después de comenzar en Instagram, preparó pasta siguiendo los tutoriales del chef Thomas Keller, y allí fue donde inició una gran revolución en su vida.
“Tan pronto como empecé a publicar sobre la pasta, las redes sociales se volvieron virales”, dice. “Pensé, ok, ¿quieren pasta? Les daré más pasta’”.
En 2020, Fiona comenzó a ofrecer clases virtuales para preparar pasta a un precio de $35 por persona. En el punto máximo de la empresa, asistían 100 estudiantes por clase, uniéndose gente de todo el mundo.
Al año siguiente, el hermano de la chica sugirió que vendiera sus creaciones. Cuando ella se resistió, él le hizo una propuesta: “Abramos una tienda en línea en Shopify por un mes y, si no te gusta, la cerramos”.
Juntos lanzaron la tienda virtual llamada Fiona’s Pasta. “Tan pronto como abrió la tienda para mí, fue como ding, ding, ding. Empezaron a llegar ventas”, dice. “Pensé, ‘¿Me estás tomando el pelo? ¿La gente realmente está pagando $100 por pasta?’”
En torno al mismo tiempo, la tienda de moda de lujo Ssense se puso en contacto con Afshar para hablar de una colaboración. Le pagarían para diseñar pasta que correspondiera con los logotipos y el estilo de marcas como Gucci y Anthropologie, publicando videos que presentaran esas pastas en las redes sociales.
Estos acuerdos de marca y las clases virtuales le han permitido diversificar sus ingresos. Sin embargo, su mayor fuente de dinero relacionado con la pasta, proviene de su tienda. Ella vende cajas de pasta colorida, floral y basada en diseños que van desde $80 a $240 en su sitio web. En promedio gana más de $129,000 al año.
A pesar de su éxito financiero, la emprendedora destaca que su enfoque principal es conectar con las personas a través de la comida y transmitir a sus hijos parte de la cultura con la que creció, pues desde que ella era pequeña tuvo una educación bastante estricta donde se le inculcó siempre el amor por la cocina.
Después de la revolución iraní, el papá de Fiona tuvo que mudarse con sus hermanos al Reino Unido. Más adelante, él se fue a buscar a su madre. Ella le había regalado a Fiona un libro de cocina, y eso se convirtió en su consuelo: repasaba las recetas cada noche y pensaba en sus raíces.
Sus padres se reunieron con los hermanos seis meses después, pero su profunda conexión con la comida se mantuvo. Así fue como aprendió a cuidar de sí misma y de los demás.
Después de graduarse de la universidad, se mudó a California y trabajó como escritora y consultora de software. Conoció a su esposo Ali en 1987 y comenzaron un negocio de software juntos antes de retirarse para criar a sus tres hijos.
A excepción de un breve período como florista, no trabajó hasta que su hija mayor fue a la universidad. Dedicó su energía creativa a dominar comidas saludables e interesantes para su familia.
Trabaja alrededor de 32 horas a la semana preparando, empacando y enviando pasta desde su hogar. Aunque gana seis cifras al año, insiste en que su negocio es más una pasión, que una fuente principal de ingresos.
La mujer cree que su audiencia se siente atraída por sus excéntricos fideos por una simple razón: “Si observas de cerca cada cultura, siempre hay una forma de pasta. Es como si dejara una sensación muy cálida de confort”.
Fiona utiliza ingredientes frescos, como perejil y remolacha, de un mercado local para darle a su pasta colores vibrantes. Aunque podría expandir su negocio, prefiere mantenerlo personal y auténtico. Su objetivo no es masificar la producción, sino mantener la esencia artística y el propósito de conectar a través de la comida.