Los consumidores enfrentaron pérdidas récord por fraude en el 2023, llegando a $10 mil millones, allí, las estafas de impostores destacaron como el timo más común, según la Comisión Federal de Comercio (FTC) de EE. UU. Cerca de 854,000 personas reportaron quejas por este tipo de engaño, representando el 33% de los informes totales de fraude del consumidor. Estas resultaron en pérdidas de $2.7 mil millones, con un promedio de $800 por víctima.
Este tipo de hurto se presenta de diversas maneras, pero comparten la característica de que los criminales se hacen pasar por alguien de confianza para engañar a las personas y obtener dinero o información valiosa. Pueden fingir ser un interés amoroso, una entidad gubernamental, un pariente en apuros, una empresa conocida o un experto en soporte técnico, utilizando medios como correo electrónico, llamadas telefónicas, mensajes de texto, aplicaciones móviles, redes sociales o correo postal tradicional.
El internet como catapulta
El desarrollo tecnológico, incluyendo la inteligencia artificial y la clonación de voz, ha mejorado la credibilidad de este timo. Los suplantadores de gobierno, por ejemplo, podrían decir que trabajan para la Administración del Seguro Social, el IRS, Medicare o incluso la FTC. Otros pueden decir que son de una empresa como Amazon o Apple y afirmar que hay algo mal con tu cuenta, o de tu empresa de servicios públicos amenazando con cortar el servicio.
“Estas estafas han existido desde siempre, realmente, sin embargo, internet las ha potenciado enormemente”, dijo John Breyault, vicepresidente de políticas públicas, telecomunicaciones y fraude en la Liga Nacional de Consumidores. “Los estafadores parecen estar mejorando en lo que hacen”.
Los adultos mayores son las principales víctimas
Los mayores de 80 años tuvieron una pérdida mediana de $1,450, en comparación, la pérdida típica para los menores de 70 no superó los $500.
Una estafa conocida como el “hacker fantasma”, está en aumento y afecta significativamente a los adultos mayores. Aquí, los criminales se hacen pasar por técnicos de computadoras y persuaden a las víctimas de que tienen problemas graves en sus dispositivos o cuentas bancarias, logrando que transfieran su dinero a cuentas “seguras”.
El uso de criptomonedas y transferencias bancarias facilita que los estafadores obtengan grandes sumas de dinero. Sin embargo, las víctimas de transacciones autorizadas suelen tener menos protección legal que las de transacciones no autorizadas.
Cómo protegerse de los timadores
Para protegerse, los expertos aconsejan a los consumidores pausar y verificar antes de cualquier acción. No deben sentirse presionados a realizar una transacción sin saber la autenticidad de la solicitud, también se recomienda confirmar la identidad del remitente antes de responder a mensajes no solicitados, evitando hacer clic en enlaces o llamar a números desconocidos.
Así que la principal arma es, mantener la calma, no dejarse presionar, cortar la posible comunicación fraudulenta y corroborar directamente con la entidad o persona sobre la veracidad de la situación.