Los precios de la gasolina han alcanzado su nivel más alto en cuatro meses debido al aumento de la demanda provocado por el clima más cálido, a medida que los conductores vuelven a las carreteras.
Sin embargo, esta tendencia alcista en la demanda se produce en un momento en que las refinerías enfrentan desafíos sin precedentes, lo que está ejerciendo una presión mayor sobre los precios.
En febrero, el costo de la energía aumentó por primera vez en meses, lo que también contribuyó al aumento de la tarifa de la gasolina. Hasta el martes, el valor promedio nacional de la gasolina regular era de $3.39 dólares por galón, en comparación con los $3.19 dólares hace un mes. A pesar de este aumento, los precios todavía están por debajo del nivel de hace un año, que era de unos $3.47 dólares.
El cambio de las mezclas de gasolina de invierno a las de verano, incrementan los costos, ya que son más caras de producir y agregan entre $10 y $15 centavos al precio del galón. Este año, se espera que estos costos sean aún más altos.
La AAA señala que este aumento es un repunte estacional y que los precios suelen alcanzar su punto máximo en junio y julio antes de caer. Sin embargo, los analistas advierten que las interrupciones en las refinerías, como el cierre prolongado de la refinería Whiting BP en Indiana y la refinería de la Costa del Golfo en Texas, están afectando el suministro y podrían llevar a un aumento continuo en los precios.