El pasado sábado, la asamblea anual de accionistas de Berkshire Hathaway ofreció un escenario para que Warren Buffett, famoso inversor y presidente de la empresa, compartiera sus perspectivas sobre una variedad de temas clave, desde la sucesión empresarial hasta las estrategias de inversión y las reflexiones personales sobre la vida y la pérdida.
Entre los momentos de introspección, Buffett aseguró a los inversores que existe un plan claro para el futuro de la empresa, revelando por primera vez que Greg Abel, su sucesor designado, tomará decisiones de inversión a partir de ahora. Esta revelación marca un cambio significativo en la estructura de liderazgo de Berkshire Hathaway, proporcionando claridad y tranquilidad a los inversores sobre la continuidad y el enfoque estratégico de la compañía.
Buffett también abordó una serie de preguntas de los accionistas, proporcionando detalles sobre la venta de acciones de Apple y una apuesta perdedora en Paramount en la que confirmó que vendió toda la participación en la empresa de medios. Además, elogió el trabajo de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, en la gestión de la economía, aunque destacó la necesidad de una acción coordinada entre el banco central y los legisladores para abordar el creciente déficit estadounidense.
En relación con la sucesión empresarial, Buffett reconoció su avanzada edad y señaló que, aunque se siente capaz de continuar liderando la empresa, es consciente de las limitaciones que impone el paso del tiempo. Greg Abel fue nuevamente destacado como su sucesor designado, aunque persiste la incertidumbre sobre si Berkshire Hathaway mantendrá su valoración sin Buffett al frente.
Uno de los momentos más destacados fue el comentario final de Buffett durante la sesión de preguntas y respuestas: “Espero venir el año que viene”. Esta declaración, hecha con su característico humor, provocó una ovación de pie y subrayó su compromiso continuo con la empresa y sus accionistas.
En otro frente, Buffett abordó las demandas contra PacifiCorp, propiedad mayoritaria de Berkshire, calificándolas de “infundadas”. A pesar de enfrentar litigios significativos, la empresa sigue comprometida con su defensa y continúa operando con disciplina financiera.
Buffett también reflexionó sobre la importancia de la toma de decisiones en el mundo de las inversiones, destacando su relación con Charlie Munger, su antiguo socio comercial y amigo cercano. Describió a Munger como un individuo confiable y honesto, clave en su éxito tanto en el trabajo como en la vida personal.
Además, Buffett comentó sobre la política de dividendos de Berkshire Hathaway, explicando su preferencia por utilizar el capital de manera más rentable a través de programas de recompra de acciones en lugar de dividendos. Esta estrategia refleja su enfoque pragmático hacia la gestión del capital y su compromiso con la creación de valor a largo plazo para los accionistas.
La asamblea anual de accionistas de Berkshire Hathaway ofreció una visión integral del pensamiento y la dirección de Warren Buffett, así como de la estrategia y los desafíos de la empresa en el futuro.
A pesar de los momentos sombríos y las incertidumbres, Buffett sigue siendo optimista sobre el futuro de Berkshire Hathaway y está comprometido con su éxito continuo en los años venideros.