Los fiscales franceses han puesto bajo investigación formal al CEO de Telegram, Pavel Durov, acusándolo de permitir actividades delictivas en la plataforma de mensajería que dirige.
Durov, arrestado el pasado sábado, enfrenta cargos graves, entre ellos la complicidad en la gestión de una plataforma en línea para transacciones ilícitas dentro de una banda organizada, lo cual podría conllevar hasta 10 años de prisión y una multa de 500,000 euros ($555.830 dólares).
Además, se le acusa de negarse a proporcionar a las autoridades la información necesaria para realizar interceptaciones legales y de permitir la difusión de pornografía infantil, tráfico de drogas y fraude en Telegram. Actualmente, Durov está bajo custodia en Francia y debe responder a las preguntas de los investigadores en relación con una investigación sobre crimen organizado y otros delitos graves en la plataforma.
A pesar de haber pagado una fianza de $5 millones de euros, Durov permanece bajo supervisión judicial, con restricciones para salir del país y la obligación de presentarse en la comisaría dos veces por semana.
Telegram, en una declaración previa, afirmó que cumple con las leyes de la Unión Europea y calificó de absurdo que una plataforma o su propietario sean responsables por el abuso de dicha plataforma. Sin embargo, la empresa no ha comentado sobre las recientes acusaciones.