A pesar de su reciente victoria electoral y el dominio republicano en el Congreso, el presidente electo Donald Trump podría enfrentar un camino complejo para implementar sus promesas de recorte de impuestos.
En declaraciones recientes, el exsecretario del Tesoro, Steve Mnuchin, afirmó que extender los recortes impositivos de 2017 sería prioritario para Trump y debería ser una tarea sencilla para el Congreso, especialmente con el control republicano. Sin embargo, los expertos no están tan seguros.
Durante la campaña presidencial de 2024, Donald Trump centró gran parte de su discurso en una serie de promesas de reducción de impuestos, tanto para individuos como para empresas. Según fuentes como CNBC y The New York Times, Trump prometió extender y expandir los recortes de impuestos de 2017, con propuestas dirigidas a sectores específicos, como trabajadores por horas extras, socorristas, militares y ciudadanos estadounidenses en el extranjero. Asimismo, prometió eliminar los impuestos sobre ingresos por propinas y reducir impuestos a las pequeñas empresas, en un esfuerzo por impulsar el crecimiento económico y aliviar la carga tributaria en diversos sectores.
Otra de sus propuestas destacadas incluye una deducción de intereses de préstamos para automóviles, una medida pensada para aliviar a la clase media. Sin embargo, aunque la mayoría republicana en el Congreso facilitaría su implementación, muchos expertos creen que el Congreso enfrentará desafíos para cumplir estas promesas, especialmente en medio de preocupaciones sobre el déficit nacional, que ya supera los 30 billones de dólares. La viabilidad de estos recortes aún es incierta, pues se estima que, de aprobarse, añadirían trillones al déficit nacional.
¿Podrá Trump cumplir sus promesas sobre recortar impuestos a los ciudadanos estadounidenses?
Históricamente, la política fiscal republicana se ha centrado en favorecer los intereses empresariales. Sin embargo, los recortes impositivos individuales ocupan un lugar importante en las promesas de Trump, lo que plantea dudas sobre la posibilidad de priorizar beneficios corporativos. “Los recortes individuales han sido un punto clave en la campaña”, señala Stamper, destacando la dificultad de equilibrar ambos objetivos fiscales.
Las posibilidades de que Donald Trump cumpla sus promesas de reducción de impuestos en su segunda presidencia han generado escepticismo en el análisis de medios estadounidenses como The Wall Street Journal y Bloomberg. Aunque Trump ha prometido extender y ampliar los recortes fiscales de 2017 y eliminar impuestos específicos como los aplicados a ingresos por propinas y horas extras, su implementación podría ser desafiante. El Congreso, aunque con mayoría republicana, mostrará resistencia debido a la preocupación generalizada sobre el creciente déficit nacional, que ronda los $36 billones de dólares.
La cadena estadounidense CNBC señala que ciertos recortes, especialmente los beneficios dirigidos a empresas, podrían encontrar resistencia entre los propios legisladores republicanos, quienes ahora muestran mayor cautela en la expansión del déficit. Incluso si se aprueban algunas de las propuestas fiscales de Trump, se espera que su alcance sea limitado.
Expertos en política fiscal afirman que sin un financiamiento claro o reducciones en otros gastos, los recortes podrían no ser sostenibles a largo plazo.
Aunque Trump mantendrá un enfoque en sus promesas fiscales, cumplirlas plenamente requerirá vencer una fuerte oposición fiscal y política en Washington.