El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, indicó que, aunque se espera una baja en las tasas de interés, esta reducción podría ser gradual debido a la situación actual de la economía estadounidense, que enfrenta una inflación en descenso y una desaceleración en el mercado laboral.
Durante un evento en Dallas, Powell señaló que el objetivo es acercar la política monetaria a un “escenario neutral” sin apresurar los recortes de tasas.
Las reacciones no tardaron: tras sus comentarios, las acciones estadounidenses bajaron, y muchos analistas señalaron que las políticas propuestas por el presidente electo Donald Trump, como recortes de impuestos y aranceles elevados, podrían modificar la economía y presionar a la FED a ajustar su enfoque.
Respecto a la inflación, los datos de octubre mostraron un aumento del 2.6% en el índice de precios al consumidor respecto al año anterior, impulsado principalmente por efectos de base. No obstante, la Reserva Federal prevé que la inflación mantendrá su tendencia descendente, a pesar de posibles altibajos en el camino.
La relación entre Powell y Trump también destaca en este escenario. La administración de Trump presenta planes económicos que podrían incrementar la inflación y forzar a la Fed a reevaluar su política de tasas. A pesar de las tensiones entre ambos, Powell subrayó la importancia de la independencia de la FED y de mantener la credibilidad en las expectativas de inflación de los consumidores.