McDonald’s ha anunciado que el icónico McRib estará de vuelta en sus menús a partir del 3 de diciembre, pero como siempre, será “edición limitada”. Aunque el sándwich de cerdo deshuesado ha ganado un estatus de culto entre los fanáticos de la cadena, su permanencia efímera no es un descuido: responde a una estrategia bien calculada.
El McRib, que debutó en 1981 con resultados iniciales poco prometedores, ha encontrado su nicho gracias a la nostalgia y al misterio que rodea su disponibilidad. “La escasez añade tensión, emoción y expectación”, explicó Stephen Zagor, profesor adjunto de la Escuela de Negocios de Columbia. Si estuviera disponible todo el año, argumenta, perdería su atractivo especial.
Los artículos de temporada son una táctica frecuente en la industria de comida rápida. Al igual que el café con leche de especias de calabaza de Starbucks o el batido Shamrock de McDonald’s, estos productos generan un sentido de urgencia y aumentan el tráfico a las sucursales. Sin embargo, a diferencia de estos ejemplos, el McRib no está vinculado a una fecha o temporada específica, lo que refuerza la sorpresa de su regreso y eleva la demanda.
Beneficios económicos y estratégicos
El regreso del McRib no solo busca satisfacer a los clientes leales, sino también impulsar las ganancias de McDonald’s. Según David Henkes, analista de Technomic, mantener el McRib como una opción temporal es más rentable que incluirlo en el menú permanente, donde podría pasar desapercibido en comparación con los productos más vendidos.
Además, McDonald’s utiliza estos lanzamientos para revitalizar su imagen y captar la atención mediática. Por ejemplo, en 2022, la compañía lanzó una “gira de despedida” del McRib con campañas de marketing y merchandising, a pesar de que el sándwich volvió al año siguiente.
Este año, el regreso incluye una novedad: una jarra de medio galón de la popular salsa McRib estará disponible para que los fanáticos puedan llevársela a casa.
El McRib como fenómeno cultural
Más allá de su sabor, el McRib ha logrado convertirse en un fenómeno cultural. Cuenta con numerosos grupos de fans en redes sociales, un foro en Reddit y un sitio web dedicado a rastrear su disponibilidad en diferentes regiones.
En última instancia, su naturaleza efímera y la nostalgia que genera lo han convertido en más que un simple producto de comida rápida: es un símbolo de marketing ingenioso y conexión emocional con los consumidores.