El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, sufrió un revés significativo cuando un juez de Delaware ratificó el fallo que invalida su controvertido paquete salarial de 2018, valorado en aproximadamente $56,000 millones. Este plan de compensación, el mayor en la historia corporativa de EE. UU., había sido previamente anulado cuando se dictaminó que Musk ejerció control indebido sobre Tesla y dictó los términos a una junta que no negoció de manera adecuada.
Tesla anunció en X, la red social propiedad de Musk, su intención de apelar el fallo. Por su parte, el empresario calificó la decisión como un acto de “corrupción absoluta”.
El fallo inicial cuestionó la legitimidad del proceso mediante el cual se aprobó el paquete salarial, calificándolo de “profundamente defectuoso”. “Aceptar nuevos hechos después del juicio abriría la puerta a interminables litigios”, escribió la jueza encargada de este caso.
Además del fallo en contra de Musk, el tribunal aprobó $345 millones en honorarios legales para los abogados que representaron a los accionistas de Tesla. La firma Bernstein, Litowitz, Berger & Grossmann expresó satisfacción por la decisión, destacando que evita prolongar la incertidumbre judicial.
El resultado judicial ha alimentado la crítica de Musk al sistema legal de Delaware. Tras la decisión de enero, instó públicamente a evitar constituir empresas en ese estado. Desde entonces, Tesla y SpaceX, otra de sus empresas, han trasladado su sede legal a Texas.
A pesar de esta derrota, la fortuna de Musk ha crecido considerablemente, impulsada por el aumento del 42% en el valor de las acciones de Tesla desde la victoria de Donald Trump en noviembre. Actualmente, su participación en Tesla se estima en $150,000 millones, consolidando su posición entre los individuos más ricos del mundo.