El Tribunal Supremo de Estados Unidos ratificó la Ley de Protección contra Aplicaciones Controladas por Adversarios Extranjeros, que obliga a ByteDance, propietaria de TikTok, a vender la aplicación antes del 19 de enero. De no cumplirse esta orden, TikTok será prohibido en territorio estadounidense, dejando a 170 millones de usuarios sin acceso a nuevas actualizaciones y posiblemente a la plataforma.
La decisión, apoyada unánimemente, responde a preocupaciones de seguridad nacional vinculadas a la recopilación masiva de datos por parte de TikTok y sus posibles vínculos con el gobierno chino. Aunque la administración Biden defendió la medida, la fecha límite coincide con la transición presidencial. Donald Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero, ha insinuado que podría buscar una solución negociada.
En un comunicado reciente, Trump destacó que analizará cuidadosamente la situación antes de tomar una decisión definitiva. Su cambio de postura hacia TikTok surge tras reuniones con el multimillonario Jeff Yass, inversor de ByteDance. Mientras tanto, el director ejecutivo de TikTok, Shou Chew, reiteró que la aplicación es una herramienta fundamental para pequeñas empresas y un derecho de la Primera Enmienda.
El fallo ha generado un éxodo de usuarios hacia plataformas como Instagram y YouTube, mientras que la aplicación china RedNote, similar a TikTok, lidera descargas en la tienda de aplicaciones de Apple. Por otro lado, ByteDance analiza vender la plataforma en EE. UU., con un valor estimado de entre $40,000 y $50,000 millones, según expertos.
Con las tensiones políticas y tecnológicas como telón de fondo, este caso marcará un precedente sobre la relación entre privacidad, seguridad nacional y la influencia de las grandes tecnológicas en la sociedad estadounidense.