Amazon ha lanzado un audaz movimiento en la industria tecnológica al anunciar una inversión de $100,000 millones en 2025, apostando por la inteligencia artificial en lo que su CEO, Andy Jassy, califica como “una oportunidad única en la vida”. Sin embargo, esta jugada ha generado preocupación entre los inversionistas, provocando una caída del 4% en sus acciones.
La compañía superará los $83,000 millones gastados el año pasado, destinando la mayor parte de los fondos a Amazon Web Services (AWS). En el último trimestre de 2024, la empresa ya había desembolsado $26,300 millones en esta área, preparándose para competir contra Google, Microsoft y Meta, que también están invirtiendo miles de millones.
El mercado se muestra escéptico. La irrupción de la startup china DeepSeek, que desarrolló un modelo de IA avanzado con solo $6 millones en dos meses, ha encendido alarmas sobre la eficiencia del gasto en inteligencia artificial. Además, el desplome de $800,000 millones en la capitalización de Nvidia y Broadcom refuerza la incertidumbre.
Amazon ahora enfrenta un reto crucial: convencer a Wall Street de que su gigantesca inversión garantizará su dominio en la revolución de la IA.