Los consumidores estadounidenses están cada vez más preocupados por una posible recesión, en medio de la incertidumbre generada por los nuevos aranceles impuestos por la administración de Donald Trump.
Durante el fin de semana, el presidente avivó el temor al admitir que una desaceleración económica no está descartada. “Mire, vamos a tener disrupciones, pero estamos bien con eso”, declaró en Fox News.
El índice de confianza del consumidor del Conference Board sufrió su mayor caída mensual desde agosto de 2021, mientras que otro informe de la Universidad de Michigan mostró que la mayoría de los estadounidenses temen un nuevo brote inflacionario. “Es un lugar aterrador”, advirtió Schulz, reflejando el creciente temor de la población a una crisis económica inminente.
Los efectos de esta incertidumbre ya se reflejan en las expectativas financieras de los hogares. Según una encuesta de la Reserva Federal de Nueva York, el 27.4% de los estadounidenses cree que su situación económica empeorará en un año, el nivel más alto desde noviembre de 2023. Además, la preocupación por el incumplimiento de pagos aumentó, con un 14.6% de los encuestados considerando probable que no puedan cubrir sus deudas mínimas en los próximos tres meses, el nivel más alto desde abril de 2020.
Greg McBride, analista financiero de Bankrate.com, explicó que el resurgimiento de los precios de alimentos y energía, combinado con el aumento de los costos de la vivienda, está poniendo una enorme presión sobre los presupuestos familiares. Matt Schulz, de LendingTree, señaló que “hay una enorme incertidumbre en torno a la economía en este momento”, con los consumidores sin certeza sobre lo que ocurrirá en los próximos meses.