Un jurado de California ha ordenado a Starbucks pagar $50 millones en daños a Michael García, un conductor de reparto que sufrió graves quemaduras cuando una tapa de bebida caliente mal colocada provocó un derrame sobre su cuerpo.
El incidente ocurrió en un autoservicio de Los Ángeles, donde García recogía un pedido de bebidas. Según la demanda presentada en 2020, la tapa de una de las bebidas no estaba bien asegurada, lo que causó que el líquido hirviendo terminara en su regazo. Su abogado, Michael Parker, detalló que su cliente transportaba tres bebidas, pero una de ellas, que no estaba completamente llena, se cayó y le provocó heridas severas en los genitales.
Las consecuencias fueron devastadoras: García sufrió desfiguración, daño nervioso, angustia emocional y un deterioro físico significativo. Starbucks, sin embargo, rechaza el fallo y planea apelar. “Nos solidarizamos con el Sr. García, pero discrepamos de la decisión del jurado y consideramos que la indemnización es excesiva”, declaró un portavoz de la compañía.
El caso ha sido comparado con la famosa demanda de 1994 contra McDonald’s, en la que una mujer recibió casi $3 millones tras sufrir quemaduras de tercer grado con un café caliente. La historia de García vuelve a poner en debate la responsabilidad de las grandes cadenas en la seguridad de sus clientes.