El presidente Donald Trump confirmó que impondrá un arancel del 25% a todos los vehículos y autopartes que no sean fabricados en Estados Unidos.
La medida, que entrará en vigor el 3 de abril, afectará a países aliados como México y Canadá, pese a los acuerdos comerciales vigentes. “Lo que vamos a hacer es un arancel del 25% a todos los autos que no se fabriquen en Estados Unidos”, declaró Trump desde la Oficina Oval.
Según un funcionario de la administración, el arancel se aplicará a coches terminados y a componentes, aunque se excluirán, por ahora, las piezas que cumplan plenamente con las reglas del tratado trilateral. El objetivo, según la Casa Blanca, es frenar la deslocalización de empleos y recuperar la producción automotriz nacional.
Industria automotriz y consumidores bajo presión: Acciones caen
El impacto económico será fuerte. De acuerdo con Cox Automotive, los aranceles podrían incrementar hasta $6,000 el precio de autos importados. Modelos populares como el RAV4, el Civic, camionetas de GM, Ram, y autos de lujo de BMW y Audi se verán afectados. Las acciones de GM cayeron 8%, Ford bajó 5% y Stellantis otro 5%, mientras Tesla, que produce en EE. UU., subió 1%.
Reacciones opuestas: aliados molestos, sindicatos felices
El primer ministro canadiense, Mark Carney, acusó a Trump de violar el acuerdo comercial y anticipó represalias. “Está claro que esto es una traición”, afirmó.
La Unión Europea también expresó su “profundo pesar” y advirtió que protegerá sus intereses. Por el contrario, el sindicato United Auto Workers celebró la medida como “un paso en la dirección correcta” para proteger empleos en el país.