Desde principios de año, las acciones de Tesla han caído más de un 34 % y se han desplomado casi a la mitad respecto a su máximo de diciembre. Solo el lunes, sufrieron una caída adicional del 6% en las operaciones previas al mercado.
Elon Musk, CEO de Tesla, afirmó que su activismo político está pasando factura al valor de su empresa. Durante un evento en Wisconsin, Musk aseguró que su participación en el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental, que impulsa recortes masivos al empleo público, ha generado una reacción negativa contra Tesla.
“Lo que intentan es presionarme enormemente, y supongo que también a Tesla, para que dejemos de hacer esto”, declaró el empresario.
Musk admitió que esta situación representa un “gran problema” para todos los accionistas, aunque también la calificó como una posible oportunidad de compra a largo plazo.
La controversia no se limita al mercado financiero. Manifestaciones y actos de vandalismo se reportaron en concesionarios de Tesla durante el fin de semana, en señal de rechazo al creciente protagonismo político de Musk.
El empresario ha sido una figura constante en la administración Trump desde enero, e incluso ha hecho campaña por un candidato conservador a la Corte Suprema estatal, invirtiendo más de $12,000,000 en la contienda.
Mientras tanto, Tesla enfrenta una caída en sus ventas, especialmente en Europa. Aunque factores externos como aranceles y tensiones comerciales también están afectando a la industria automotriz en general, el papel político de Musk parece haberse convertido en un nuevo frente de batalla para la compañía.
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