La noche se alargó en el Capitolio, pero el resultado fue histórico. Con una votación ajustada de 216 contra 214, la Cámara de Representantes aprobó el marco presupuestario que permitirá a los republicanos avanzar con una de las reformas fiscales más ambiciosas en décadas: recortes de impuestos por $5.3 billones y un aumento del techo de deuda de $5 billones.
Trump, presión directa y celebraciones en redes
El presidente Donald Trump fue clave. Desde la Casa Blanca y por teléfono, presionó personalmente a legisladores reticentes. Minutos después de la votación, celebró la victoria en Truth Social: “¡Es IMPERATIVAMENTE necesario que los republicanos de la Cámara de Representantes aprueben la Ley de Reducción de Impuestos YA! ¡Nuestro país prosperará!”. El plan permite avanzar sin apoyo demócrata, lo que ha encendido las alarmas en la oposición.
Entre recortes fiscales y amenazas sociales
El paquete incluye extender y expandir recortes de impuestos del primer mandato de Trump, beneficiando a hogares y empresas. A cambio, exige $4,000 millones en recortes al gasto, aunque los conservadores presionan por reducir hasta $2 billones en la próxima década.
Las áreas más vulnerables: Medicaid, cupones de alimentos y programas sociales. Aunque algunos moderados obtuvieron garantías de que no se recortarán beneficios a personas calificadas, se discuten restricciones de elegibilidad y requisitos laborales.
Plazos fiscales al acecho
La Oficina de Presupuesto del Congreso advirtió que el Tesoro podría quedarse sin liquidez entre mayo y septiembre. Mientras tanto, Trump intenta avanzar antes del verano. La votación ocurre justo después de suspender temporalmente algunos aranceles, pero con nuevas tensiones con China, el panorama económico y político sigue cargado de incertidumbre.
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