La escena es cada vez más común en la industria aeroespacial: aviones que no despegan, no por fallas técnicas, sino por obstáculos políticos. Y esta vez, el golpe lo sintió Boeing… directamente desde Pekín.
Kelly Ortberg, CEO de Boeing, confirmó que China ha dejado de recibir los aviones que la compañía tenía previstos para aerolíneas del país asiático. “Han dejado de aceptar entregas de aviones debido al entorno arancelario”, afirmó en una entrevista con CNBC.
Algunos modelos del 737 Max ya fueron devueltos a Estados Unidos, y la compañía planea redirigir esos equipos a otros mercados. “Hay muchos clientes que buscan el avión Max”, subrayó Ortberg. “No vamos a esperar demasiado. No voy a permitir que esto descarrile la recuperación de nuestra empresa”.
Estas declaraciones llegaron justo después de que Boeing informara resultados financieros menos negativos de lo esperado para el primer trimestre. Aunque todavía opera con pérdidas, la compañía logró un gasto de efectivo mejor al previsto, y reportó un alza en las entregas de aviones al cierre del 31 de marzo.
El trasfondo de este conflicto está marcado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha escalado en las últimas semanas. A principios de mes, el presidente Donald Trump impuso una nueva ronda de aranceles, aunque suspendió temporalmente algunos de los más elevados. Aun así, el impacto ya es tangible para empresas como Boeing.
Trump, en tono más flexible, admitió el martes que el arancel actual del 145% sobre importaciones chinas podría bajar: “No será tan alto… Bajará considerablemente. Pero no será cero”.
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