Tesla atraviesa uno de sus momentos más críticos en Europa, con una caída del 49% en sus ventas interanuales durante abril, según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
Solo se vendieron 7,261 vehículos en un mes que, paradójicamente, registró un crecimiento del 34.1% en las ventas generales de coches eléctricos en la región. El desplome no solo revela una pérdida de terreno, sino un golpe severo a su reputación en uno de sus mercados clave.
Reputación en crisis
El daño a la marca ha sido alimentado por la creciente controversia que rodea a Elon Musk. En Alemania, su respaldo público al partido ultraderechista AfD provocó un rechazo inmediato entre consumidores y autoridades. Además, las disputas laborales con sindicatos escandinavos y su implicación política en Estados Unidos han encendido las alarmas en los mercados europeos.
Musk invirtió cerca de $300 millones en la campaña de reelección del presidente Donald Trump y asumió un rol central en la agenda del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental, lo que desató protestas frente a concesionarios de Tesla en distintos países del continente.
Modelos viejos, rivales nuevos
Mientras los consumidores migran hacia alternativas híbridas, Tesla sigue apostando exclusivamente por vehículos eléctricos 100% a batería. Los híbridos representan actualmente más del 35% del mercado europeo, una categoría en la que Tesla no tiene presencia. La línea actual de vehículos de la compañía, incluido el recientemente actualizado Model Y, muestra señales de agotamiento. Y sin nuevos lanzamientos para el segmento masivo a la vista, la brecha con la competencia se amplía.
BYD toma la delantera
El avance de los competidores también golpea con fuerza. BYD, fabricante chino de vehículos eléctricos, superó por primera vez a Tesla en ventas de coches eléctricos puros en Europa durante la última semana de abril, según cifras independientes. Además, los fabricantes tradicionales están consolidando su posición con líneas cada vez más competitivas en precio, tecnología y diseño, aprovechando la incertidumbre que envuelve al gigante estadounidense.
Inquietud entre inversores
El foco de Musk ha sido motivo de creciente preocupación. Inversionistas han cuestionado su compromiso con Tesla, dado el tiempo que ha dedicado a asesorar a Trump y a liderar iniciativas gubernamentales. Aunque prometió reducir su carga en el DOGE para finales de mayo, afirmó que seguirá dedicando entre uno y dos días por semana a tareas del gobierno. En su defensa, Musk declaró recientemente que está comprometido a liderar Tesla durante los próximos cinco años.
Una batalla cuesta arriba
La caída del 40% acumulada entre enero y abril no solo deja a Tesla fuera del liderazgo, sino que plantea preguntas urgentes sobre su futuro inmediato en Europa. Con una imagen pública deteriorada, sin presencia en el creciente mercado híbrido y ante una competencia feroz, el fabricante enfrenta una encrucijada. Las decisiones estratégicas que tome Musk en los próximos meses podrían definir si Tesla logra recuperarse o continúa cediendo el terreno que una vez dominó.
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