Vance Boelter, de 57 años, fue capturado el domingo tras una intensa persecución policial que ha sido descrita como “la mayor cacería humana en la historia del estado”. Las autoridades lo acusan de asesinar a la representante estatal Melissa Hortman y a su esposo, además de herir al senador estatal John Hoffman y a su esposa.
Boelter, según una denuncia penal, enfrentará dos cargos por asesinato en segundo grado y dos más por intento de asesinato.
Los investigadores lo hallaron en horas de la noche armado y arrastrándose en un campo en una zona escasamente poblada de Minnesota, dijeron las autoridades. Tenía en su poder una lista negra con decenas de nombres, incluyendo líderes demócratas y activistas proaborto vinculados a Planned Parenthood. Boelter fue detenido sin incidentes y no se reportaron heridos.
El móvil exacto aún se desconoce, pero el nivel de planificación ha despertado alarma. “Parece que era una especie de aspirante a agente de seguridad. Lo planeó con premeditación”, explicó la experta en seguridad Juliette Kayyem.
Boelter fingió ser oficial de policía y logró ingresar a las viviendas mostrando una placa. “Si un policía llega a tu casa, la mayoría de la gente abre. Ahora muchos se lo pensarán dos veces”, advirtió Kayyem. Esta táctica ha sembrado temor en comunidades que ya enfrentan tensiones con las fuerzas del orden.
Su detención fue posible gracias a una cámara de seguimiento y a más de 400 pistas ciudadanas. “Estas cacerías pueden ser más breves gracias a la cantidad de cámaras disponibles”, añadió Kayyem, destacando la colaboración entre ciudadanos y autoridades como clave en el operativo.
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