Los máximos históricos en los índices bursátiles han encendido un clima de euforia en Wall Street. Sin embargo, detrás de la aparente solidez, voces expertas advierten que la fragilidad de los datos laborales y la presión política sobre la FED podrían alterar el rumbo de la economía. Entre expectativas de recortes de tasas y sospechas de manipulación en las estadísticas, los inversionistas se debaten entre el entusiasmo y el miedo a un nuevo ciclo de turbulencias.
El talón de Aquiles: cifras laborales en entredicho
José Torres, economista senior en Interactive Brokers y exfuncionario del Bureau of Labor Statistics (BLS), expuso un ángulo inquietante: “la participación empresarial es totalmente voluntaria… y la calidad de los datos ha estado deteriorando con el tiempo porque los negocios no están queriendo dar esa información”. Según explica, las revisiones mensuales de empleo suelen cambiar drásticamente el panorama, lo que genera nerviosismo en los analistas.
En 2023, Torres llegó a proponer que las compañías estuvieran obligadas por ley a entregar datos al gobierno, para evitar inconsistencias que afectan las decisiones de la FED. “Son cosas muy importantes y nos afectan el día a día, nos afectan la economía, nos afecta todo, las tasas de interés”, advirtió. Ejemplificó con el caso de los 258,000 empleos inicialmente reportados que, tras revisión, nunca existieron.
La FED bajo presión y la sombra de un déjà vu
Torres recordó que en 2024, cuando la creación de empleo cayó a apenas 71,000, el banco central respondió con un recorte de 50 puntos básicos, el doble de lo habitual. Ahora, con aumentos de solo 19,000 y 14,000 en los últimos meses, no descarta que se repita la historia. “Pienso que en septiembre es posible que reduzcan la tasa un 50 puntos, igual que el año pasado”, anticipó.
Sobre la esperada intervención de Jerome Powell en Jackson Hole, señaló: “va a hablar mucho sobre sus años de liderazgo en la FED, sus triunfos y debilidades, y pienso que también empezará a hablar sobre las debilidades en el mercado laboral”. Aun así, recordó que las tensiones con Donald Trump pueden alterar las decisiones: “a veces cuando el presidente lo presiona mucho, él bloquea el tema de reducir las tasas y se pone con más restricción”.
Euforia bursátil y temores de burbuja
Mientras tanto, los mercados se mueven como si nada pudiera detenerlos. Torres destacó que la productividad y el empuje tecnológico mantienen el optimismo, junto con políticas de la administración Trump que favorecen a los inversionistas. “Todo el mundo quiere estar en el mercado… es como que el mejor refugio siempre es el mercado”, sostuvo.
El entusiasmo se refleja en la avalancha de cuentas nuevas en Interactive Brokers y otros intermediarios, con pequeños y grandes inversionistas apostando por el S&P 500, Nasdaq 100 y las “siete magníficas”. Aun así, Torres reconoció riesgos: “estamos en valoraciones muy altas y en el pasado nos preocuparíamos por burbujas definitivamente”.
Geopolítica y petróleo en el tablero
El análisis también tocó el encuentro entre Trump y Vladimir Putin, la posición ambigua de India y la presión sobre China. Para Torres, el petróleo barato de Rusia y la producción de Arabia Saudita y Dubai son claves para mantener a raya la inflación: “los precios de petróleo tienen que estar bajito para cubrirse por si los precios de los productos empiezan a subir por los aranceles”.
En medio de tensiones internacionales, déficits crecientes y señales confusas en el empleo, el mensaje de Torres fue directo: “inviertan en estos mercados… cuando los precios bajan, los inversionistas no están incómodos, están contentos porque dicen: ‘wow, ahora puedo comprar más’”.
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