El pulso comercial de Nueva York no se mide solo por sus luces o por la afluencia de peatones, sino por los cambios silenciosos que se producen a nivel de calle. El comercio minorista de la ciudad atraviesa una etapa de reajuste que combina repliegues históricos con una expansión selectiva en sectores muy específicos. El resultado es un ecosistema en transformación que refleja nuevas prioridades de consumo y profundas mutaciones estructurales.
El retroceso persistente de las grandes cadenas tradicionales
El más reciente informe State of the Chains 2025 confirma que el número de tiendas de cadenas nacionales en los cinco distritos volvió a disminuir, esta vez un 1.3%, lo que equivale a 112 locales menos respecto a diciembre de 2024. Se trata del sexto retroceso en los últimos ocho años, impulsado principalmente por las empresas más grandes y con mayor antigüedad en la ciudad. 7 de los 10 mayores minoristas redujeron su presencia, acumulando una pérdida conjunta de 92 establecimientos.
Starbucks encabezó este ajuste al cerrar 42 locales en solo un año, mientras otras marcas consolidadas también redujeron de forma significativa su huella. Entre ellas destacan Claire’s, con un desplome del 50%, Baked by Melissa (-27.3%), Staples (-14.3%) y Old Navy (-13%). El fenómeno no se limita a recortes parciales: 18 cadenas cerraron completamente todas sus tiendas en la ciudad, incluyendo nombres emblemáticos como Rite Aid, que clausuró sus 46 locales restantes, y Rent-A-Center, que bajó la cortina de 19 establecimientos.
Un legado erosionado desde la pandemia
A casi seis años del inicio de la pandemia, el balance histórico es aún más contundente. Cerca de uno de cada cinco minoristas que figuraban en el informe de 2019 ya no tiene presencia alguna en Nueva York. De los 17 mayores operadores de aquel año, todos salvo dos cuentan hoy con menos tiendas, y dos de ellos desaparecieron por completo. En conjunto, estas cadenas han perdido 1,037 locales, un promedio de 61 por empresa.
El impacto ha sido especialmente severo en sectores como telefonía móvil y farmacias. Metro by T-Mobile registra una caída acumulada de 246 tiendas desde 2019, mientras Duane Reade perdió 143 y T-Mobile redujo 98. Las farmacias en su conjunto se contrajeron en 274 locales, una señal clara del avance del comercio electrónico y del cambio en los hábitos de compra. “La presión digital sigue redefiniendo la viabilidad de los formatos tradicionales”, subraya el informe al explicar estas tendencias.
Nuevos actores y el auge imparable del sector alimentos
Frente a este repliegue, el informe también revela un movimiento en sentido contrario. Decenas de cadenas que no existían en el radar hace pocos años están ocupando el espacio dejado por los gigantes. Un total de 22 minoristas que no figuraban en el estudio de 2019 ya cuentan con al menos 15 tiendas en la ciudad. Five Below, Blank Street Coffee y Naya lideran esta nueva ola, acompañados por conceptos gastronómicos y de bienestar.
El crecimiento está claramente concentrado en alimentos y bebidas, que ya representan el 55.8% de todas las tiendas de cadenas en la ciudad, un récord histórico. Solo en el último año, los restaurantes fast-casual sumaron 45 locales y las pizzerías 16. El informe desmonta además la idea de que las llamadas “slop bowls” estén perdiendo atractivo entre los jóvenes: cadenas como Naya, Chipotle y Sweetgreen continúan expandiéndose de forma constante.
También el sector fitness mostró señales de fortaleza, con un aumento neto de 18 locales. Club Pilates destacó con 14 nuevas aperturas, reflejando una demanda sostenida por servicios vinculados al bienestar físico.
Geografía desigual y el dominio de Dunkin
El ajuste no fue uniforme en toda la ciudad. Aunque todos los distritos registraron pérdidas netas, el Bronx lideró el descenso porcentual con -2.5%, seguido por Staten Island y Brooklyn. Queens, en cambio, se convirtió en el caso más resistente, con solo dos locales menos y varios vecindarios mostrando ganancias claras, impulsadas por el crecimiento residencial y nuevos corredores comerciales.
En este contexto, Dunkin’ consolidó su dominio absoluto. Con 623 tiendas, volvió a ser la cadena con mayor presencia en la ciudad y desplazó a Starbucks como principal operador en Manhattan. Hoy encabeza el ranking en los cinco distritos, incluso cuando el conjunto del sector cafetero se contrajo un 4.4% en el último año.
El panorama que dibuja el informe no es simplemente el de una contracción, sino el de una reconfiguración profunda. Nueva York sigue siendo un mercado dinámico y competitivo, pero cada vez más selectivo, donde la supervivencia depende de la capacidad de adaptarse a nuevos hábitos, formatos flexibles y propuestas alineadas con la vida urbana actual.
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