El reciente aumento de la inmigración en los Estados Unidos está teniendo un impacto positivo en la economía, a pesar de los desafíos globales y según Joyce Chang, presidenta de investigación global de JPMorgan, este fenómeno ha contribuido al crecimiento económico y al consumo, ayudando a impulsar la economía estadounidense.
Chang destacó que la inmigración ha sido un factor importante en el aumento del consumo, ya que la población de Estados Unidos ha crecido en casi 6 millones en los últimos dos años. Aunque la inmigración neta se espera que disminuya en los próximos años, sigue siendo un tema político importante en Estados Unidos y Europa.
La Reserva Federal de Estados Unidos ha elevado sus proyecciones de crecimiento del PIB para 2024 al 2.1%, frente al 1.4% previsto en diciembre. A pesar de las altas tasas de interés y las condiciones monetarias más estrictas, la economía ha demostrado resiliencia, manteniendo el desempleo por debajo del 4% en febrero y añadiendo 275,000 puestos de trabajo.
Sin embargo, la Reserva Federal también ha aumentado sus proyecciones de inflación, especialmente en el gasto de consumo personal básico, esperando un 2.6% frente al 2.4% previsto.
La inmigración, y en particular los cruces fronterizos, se encuentra entre los temas más candentes en el período previo a las elecciones presidenciales de noviembre. Chang sugirió que otros acontecimientos podrían exacerbar el problema, en particular la situación que se desarrolla en Haití.
Sin embargo, argumentó que en términos de impacto neto en la economía, la inmigración es “algo bueno”, dijo el experto.
“Creo que también en un año electoral veremos mucho gasto antes del 30 de septiembre, por lo que no hay muchas señales de que esas cifras [disminuyan]. Creo que esa es una de las razones por las que creo que el aumento durante más tiempo llegará para quedarse”, añadió Chang. El 30 de septiembre es el final del año fiscal del gobierno estadounidense.
JPMorgan ve sólo un ciclo de relajación “superficial” por parte de la Reserva Federal, con presiones inflacionarias que persistirán en un contexto de elevado gasto público e inmigración.