El expresidente Donald Trump salió ileso tras un presunto intento de asesinato en su campo de golf en West Palm Beach, Florida. El incidente ocurrió el domingo, cuando el Servicio Secreto disparó a un hombre armado cerca de la propiedad. Ryan Wesley Routh, el sospechoso, fue detenido después de ser rastreado en un Nissan negro.
Las autoridades encontraron un rifle estilo AK-47 y equipo sospechoso en los arbustos cercanos. Trump estaba a unos 500 metros del lugar del incidente, pero fue rápidamente trasladado a un lugar seguro. En un comunicado, el expresidente aseguró que está “a salvo” y que nada lo detendrá en su campaña.
El FBI está a cargo de la investigación y ha desplegado todos sus recursos. Este es el segundo intento de asesinato contra Trump en dos meses. En julio, el expresidente sufrió una herida leve tras un tiroteo en Pensilvania.
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris fueron informados de la situación. Harris condenó la violencia en redes sociales, afirmando que “no tiene cabida en Estados Unidos”. Mientras tanto, aliados de Trump expresaron su apoyo y agradecimiento por su seguridad.
El incidente ha generado preocupaciones sobre la violencia política, y un grupo de trabajo del Congreso ha solicitado una sesión informativa al Servicio Secreto para investigar la respuesta al incidente.