En un evento de campaña de Donald Trump en Nueva York, el comediante Tony Hinchcliffe desató una oleada de indignación tras referirse a Puerto Rico como una “isla de basura” y hacer comentarios considerados racistas hacia latinos, palestinos, judíos y afroamericanos.
“Hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento. Creo que se llama Puerto Rico”, afirmó Hinchcliffe.
Las palabras del comediante provocaron condena de figuras políticas y culturales, incluyendo a Alexandria Ocasio-Cortez y a los artistas puertorriqueños Ricky Martin y Bad Bunny, quienes señalaron el discurso de odio en el evento y llamaron a los votantes a rechazar este tipo de retórica.
“Eso es lo que piensan de cualquiera que gane menos dinero que ellos”, dijo Ocasio-Cortez, quien es de ascendencia puertorriqueña.
La controversia también alcanzó a líderes republicanos. La congresista María Elvira Salazar y el senador Rick Scott criticaron los comentarios de Hinchcliffe, subrayando que no representan los valores del partido. Por su parte, la campaña de Trump intentó distanciarse de las declaraciones, aunque el propio Trump continuó su retórica antiinmigrante, hablando de una “invasión” y prometiendo un programa masivo de deportaciones.
Este incidente subraya la importancia del voto latino en las elecciones, especialmente entre los más de 36 millones de hispanos elegibles para votar en 2024, un grupo clave en varios estados.