Donald Trump ha sorprendido con su nominación para dirigir el Servicio de Impuestos Internos (IRS): el excongresista y subastador Billy Long. Conocido por su lealtad y su estilo poco convencional, Long podría traer una nueva dinámica a la agencia tributaria si su nombramiento es confirmado por el Senado.
Long, de 69 años, representó a Missouri durante 12 años en el Congreso y se destacó por su apoyo incondicional a Trump desde el inicio de su campaña en 2016. Su experiencia en subastas y su postura a favor de un gobierno pequeño lo convierten en una elección peculiar para una agencia con más de 80,000 empleados y un presupuesto de $12,300 millones.
Trump ha elogiado la ética de trabajo de Long y su visión de reformar el IRS. Sin embargo, su falta de experiencia en el manejo de grandes organizaciones y su historial limitado en temas fiscales han generado críticas. Los demócratas advierten que su nominación podría facilitar interferencias políticas en una institución que, por ley, debe operar de manera imparcial.
Durante su carrera, Long promovió políticas de desregulación y fue crítico del Obamacare. Tras dejar el Congreso, trabajó como asesor en temas fiscales, impulsando créditos para retención de empleados, un área bajo intensa vigilancia por fraudes.
Si logra la confirmación, Long enfrentará el desafío de equilibrar su estilo desenfadado con la complejidad del sistema tributario estadounidense. Con el Senado bajo control republicano, su destino dependerá de las audiencias de confirmación y del apoyo que pueda reunir entre sus colegas.