El sindicato Costco Teamsters, que representa a 18,000 empleados de la cadena minorista en Estados Unidos, ha votado para autorizar una huelga nacional. Con un abrumador 85% de aprobación entre sus miembros, la medida se implementará si las negociaciones actuales con la compañía no alcanzan un acuerdo antes del 31 de enero, fecha en que expira el contrato actual.
Sean O’Brien, presidente general de Teamsters, expresó su descontento con la postura de Costco, calificando a los ejecutivos de “codiciosos” y advirtiendo que la empresa enfrentará graves consecuencias si no aborda las demandas de sus empleados. Entre las principales quejas se encuentra una propuesta salarial que el sindicato considera “insultante” y la falta de mejoras en los beneficios de jubilación, a pesar del éxito financiero récord de la compañía.
Una huelga podría interrumpir significativamente las operaciones diarias de Costco y perjudicar su reputación como defensor del trato positivo hacia los empleados. La semana pasada, el sindicato realizó prácticas de piquetes en ciudades como San Diego y Long Island, mostrando su preparación para una acción más contundente.
El desenlace de esta negociación será crucial no solo para los trabajadores, sino también para la percepción pública de Costco, que enfrenta ahora un desafío a su imagen de responsabilidad corporativa y compromiso con sus empleados.