Los precios al por mayor aumentaron un 0.4% en enero, superando las previsiones y dejando en evidencia que las presiones inflacionarias siguen vigentes, lo que podría retrasar los recortes de tasas de interés de la Reserva Federal.
“El crecimiento de los precios al por mayor fue ligeramente superior al esperado para enero, y la cifra de diciembre se ajustó al alza”, advirtió Elizabeth Renter, economista sénior de NerdWallet. “La inflación a nivel de productores sigue siendo alta, y una preocupación es que esta inflación podría finalmente trasladarse a los consumidores”.
El Índice de Precios al Productor (IPP), que mide cuánto reciben los productores por bienes y servicios, subió un 0.4%, mientras que el IPP básico, que excluye alimentos y energía, aumentó un 0.3%, en línea con las expectativas. Este informe llega justo después de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) reflejara un alza del 0.5% en enero, llevando la inflación anual al 3%, lejos del objetivo del 2% de la Fed.
Los mercados reaccionaron con movimientos mixtos: las acciones subieron ligeramente, pero los rendimientos de los bonos cayeron, mientras los analistas evaluaban los datos.
Uno de los mayores impactos provino del sector de bienes y servicios. El costo del diésel subió un 10.4%, mientras que los precios de alojamiento para viajeros aumentaron un alarmante 5.7%. Sin embargo, el golpe más fuerte lo dieron los huevos, cuyo precio se disparó un 44% en enero y un 186.4% en comparación con el año pasado, debido a la gripe aviar.
Con este panorama, el mercado ahora espera que la Reserva Federal no recorte tasas hasta octubre. Mientras tanto, la inflación sigue azotando el bolsillo de los estadounidenses.
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