No fue el inicio de año que esperaban en Yum Brands. La caída de Pizza Hut volvió a eclipsar el desempeño de las demás marcas y dejó a la compañía con cifras mixtas que inquietaron al mercado.
Durante el primer trimestre, Yum reportó ingresos por $1,790 millones, por debajo de los $1,850 millones que esperaba Wall Street. Las ganancias ajustadas por acción alcanzaron los $1.30, apenas superando los $1.29 proyectados. Sin embargo, el ingreso neto se desplomó a $253 millones, o $0.90 por acción, desde los $314 millones, o $1.10 por acción, registrados un año atrás.
El problema central volvió a ser Pizza Hut. Las ventas comparables de la cadena a nivel global cayeron 2%, cuando se preveía un descenso de solo 0.1%. En Estados Unidos, la situación fue peor: las ventas en tiendas comparables se hundieron 5%. Aunque los mercados internacionales se mantuvieron estables, no lograron compensar el retroceso doméstico.
Por el contrario, Taco Bell brilló con un crecimiento de 9% en ventas comparables, superando el 8% estimado. KFC también tuvo un resultado positivo con un alza de 2%, superando la previsión de 1.4%. No obstante, en EE. UU., su principal competidor Wingstop continúa robándole terreno, con las ventas domésticas de KFC cayendo 1%.
La compañía también informó que 55% de sus ventas totales provinieron de canales digitales, una señal del cambio en los hábitos de consumo. Mientras tanto, el CEO David Gibbs anunció su retiro previsto para el primer trimestre de 2026, dejando a la junta con la tarea de encontrar un sucesor que pueda revivir el apetito por Pizza Hut y mantener la frescura del portafolio.
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