Detrás de pantallas brillantes y perfiles encantadores, se ocultaba una red criminal altamente sofisticada que tejía estafas de “matanza de cerdos”, un nombre macabro para un método de fraude que ha vaciado las cuentas de víctimas alrededor del mundo.
Esta semana, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció la mayor incautación de criptomonedas en su historia: $225.3 millones provenientes de estas estafas, cifra que deja al descubierto la magnitud de un esquema que, solo en 2024, generó pérdidas superiores a los $5,800 millones, según datos del FBI.
Una operación de escala internacional
La fiscalía federal presentó una demanda de decomiso civil para recuperar estos fondos, los cuales fueron rastreados gracias a análisis forenses de blockchain y la colaboración de agencias como el FBI y el Servicio Secreto.
“Esta incautación de $225.3 millones en fondos vinculados a estafas de inversión en criptomonedas marca la mayor incautación de criptomonedas en la historia del Servicio Secreto de Estados Unidos”, declaró Shawn Bradstreet, jefe de la Oficina de Campo de San Francisco.
Víctimas alrededor del mundo, incluido EE. UU.
Más de 400 personas fueron identificadas como víctimas directas de esta red de engaño. Los criminales operaban plataformas de inversión falsas, logrando que sus víctimas creyeran que estaban obteniendo rendimientos legítimos, cuando en realidad sus fondos eran robados y lavados mediante complejas transacciones blockchain.
La denuncia revela que muchos de estos fraudes fueron posibles gracias a vínculos emocionales forjados a través de aplicaciones de citas y redes sociales, una táctica común en este tipo de estafas.
Tether se une al combate contra el fraude
Uno de los giros más inesperados de la operación fue la cooperación de Tether, el mayor emisor de stablecoins del mundo. Su participación fue crucial para rastrear y congelar los activos. “Los fondos estaban vinculados al robo y lavado de dinero de víctimas de esquemas de fraude de inversión en criptomonedas, comúnmente conocidos como estafas de confianza que a menudo involucran romance”, afirmó el Departamento de Justicia.
Un paso hacia la justicia para los estafados
Aunque los fondos confiscados están aún sujetos a procedimientos de decomiso, el objetivo es claro: devolver el dinero a sus legítimos dueños. Con este hito histórico, las autoridades estadounidenses mandan un mensaje contundente al crimen digital. La tecnología que en su momento facilitó el fraude, hoy está siendo utilizada para perseguir y castigar a sus responsables.
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