El presidente Biden envió un mensaje en la mañana del lunes 13 de marzo con el objetivo de tranquilizar a los estadounidenses sobre la seguridad del sistema bancario, sin embargo los mercados parecen no confiar en sus declaraciones. El valor de las acciones de los bancos se hundió de nuevo ese mismo día, con una caída del 60% o incluso más.
La Corporación Federal de Seguros de Depósitos (Federal Deposit Insurance Corporation –FDIC-) dice que no pudo encontrar un comprador privado para el Silicon Valley Bank (SVB).
El gobierno federal intervino para proteger todos los depósitos en estas entidades bancarias, el SVB y el Signature Bank, a pesar de que la ley dice que el tope asegurado va máximo hasta $250,000, lo que protegía únicamente a los pequeños clientes minoristas, incluidas empresas familiares.
Los bancos pagan por esta garantía con primas de seguro, pero el fondo de seguro no está destinado a respaldar a clientes más grandes con mayor capacidad para afrontar pérdidas si una entidad financiera quiebra. Sin embargo, la FDIC anunció el domingo que cubriría los depósitos no asegurados en el SVB y el Signature Bank.
Algunos analistas han dicho que “los inversionistas y las nuevas empresas de Silicon Valley son demasiado grandes como para perder dinero cuando toman riesgos” y además afirman que “ahora la FDIC está garantizando un rendimiento sin riesgos para las nuevas empresas tecnológicas y sus inversores”.
En estos momentos existe un creciente descontento con respecto a que posiblemente las personas del común van a terminar pagando tarifas bancarias más altas por cuenta de inversionistas multimillonarios que no midieron el riesgo de sus decisiones.
Los fondos de rescate del gobierno Biden provendrán de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, que a su vez, compensará cualquier pérdida con tarifas más altas a los bancos y estos las trasladarán a sus clientes, incluidos los pequeños ahorradores.
El SVB fue uno de los bancos que más presionó para que fueran eliminadas las regulaciones que podrían haber evitado este desastre. Entre tanto, el sector tecnológico ahora afectado, es liderado por un buen número de libertarios quienes frecuentemente denuncian al “gran gobierno”, pero cambian radicalmente de posición cuando son ellos quienes requieren ayuda estatal.
El nuevo servicio de préstamos de emergencia de la Reserva Federal garantizará que los bancos no tengan que asumir pérdidas al liquidar sus bonos para cumplir con los reembolsos de depósitos.
Muchos bancos han cubierto su riesgo de tasa de interés y diversificado sus depósitos como parte de una política responsable que además implica un costo comercial, sin embargo, algunos como el SVB y el Signature, no lo hicieron.
El presidente Biden afirmó que “los inversores de estos bancos no estarán protegidos. Se arriesgaron a sabiendas y cuando el riesgo no valió la pena, perdieron su dinero. Así es como funciona el capitalismo”.
Algunos analistas han tomado las medidas de rescate actuales como un mensaje negativo al pueblo estadounidense en el que al parecer las personas de a pie son quienes están más expuestas ante la quiebra de cualquier entidad del sector financiero.