Uno de los factores más importante que se interponen en el camino para disminuir la inflación es la vivienda, y precisamente este año aumentó un 6.5% hasta noviembre. Debido a que representa el 35% del Índice de Precios al Consumidor (IPC), tiene un impacto enorme. De no haber sido por ese sector, la inflación habría sido mucho menor, tan sólo del 1.4%.
La mayoría de personas piensan que el precio de las viviendas es el dato clave que determina la inflación, sin embargo no es así. Si usted quiere conocer el impacto que tienen los bienes raíces sobre la inflación, observe los alquileres, no los precios de los inmuebles.
El IPC de la vivienda se basa en los alquileres y su crecimiento ha caído un 3.3% hasta noviembre, segúnZillow, lo cual lo hace inferior al promedio durante 2018-19. Por tanto, los economistas esperan que los efectos se sientan en este 2024 y sea precisamente la vivienda lo que ayude a desacelerar la inflación.
El BLS no utiliza los precios de las viviendas porque considera que una vivienda es una inversión a largo plazo, además de un bien de consumo. Si por ejemplo, su casa vale $20,000 más, su renta mensual no cambia.
El enfriamiento de los alquileres debería seguir ejerciendo presión a la baja sobre la inflación el próximo año. Alan Detmeister, economista de USB, estima que el componente refugio de la inflación del IPC caerá al 3.75% a finales de 2024.
“Eso te da un poco más de tiempo” para que los retrasos en los alquileres se filtren en los datos, dijo. En ese momento, quedará poca inflación que combatir. “Si finalmente los tienes bajando, se acabó”.
“La actividad en el sector inmobiliario se ha estabilizado y se mantiene muy por debajo de los niveles de hace un año”, dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.