Lo que muchos pensaban que era un simple servicio de membresía ahora se ha convertido en el centro de una demanda federal. En una acción sin precedentes, la Comisión Federal de Comercio presentó este lunes una denuncia formal contra Uber, acusándola de engañar y cobrar indebidamente a sus usuarios.
La FTC sostiene que Uber violó múltiples leyes al suscribir a consumidores en su plan Uber One sin su consentimiento y al dificultar intencionalmente el proceso de cancelación.
Según la agencia, los usuarios eran atraídos con promesas de “ahorros de $25 al mes” sin informar adecuadamente del costo mensual real de $9.99. Además, muchos reportaron haber sido cobrados antes de su fecha de facturación o incluso después de cancelar el servicio.
“Los estadounidenses están cansados de suscripciones no deseadas que parecen imposibles de cancelar”, declaró Andrew Ferguson, presidente de la FTC.
La denuncia, la primera de alto perfil desde el regreso de Donald Trump a la presidencia, forma parte de una ofensiva más amplia contra las grandes tecnológicas. La FTC ya tiene demandas abiertas contra Meta, Amazon y Google. En este contexto, el vínculo financiero entre Uber y la administración Trump —con donaciones de $1,000,000 por parte de la compañía y su CEO Dara Khosrowshahi al fondo inaugural presidencial— ha llamado la atención.
Uber, por su parte, se defendió con firmeza. “Los procesos de registro y cancelación de Uber One son claros, sencillos y cumplen con la ley”, dijo su portavoz Noah Edwardsen, agregando que el 90% de las cancelaciones tardan menos de 20 segundos desde la app.
Uber One, lanzado en 2021, cuenta con unos 30 millones de suscriptores. Pero ahora, más que descuentos y beneficios, enfrenta un juicio que podría redefinir cómo las plataformas digitales manejan la suscripción de sus usuarios.
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