La inflación en febrero cumplió con las expectativas, lo que podría mantener a la Reserva Federal a la espera antes de considerar recortes en las tasas de interés.
El índice de precios de gastos de consumo personal, excluyendo alimentos y energía, aumentó un 2.8% en un período de 12 meses y un 0.3% más que el mes anterior, según el Departamento de Comercio.
Estas cifras coincidieron con las estimaciones del Dow Jones. Sin embargo, la Reserva Federal considera que la inflación básica, excluyendo alimentos y energía, es una mejor medida de las presiones inflacionarias a largo plazo. Esta medida no ha estado por debajo del objetivo del 2% de la Fed en tres años.
El aumento de los costos de la energía impulsó la inflación general, con un aumento del 2.3%, mientras que el índice de alimentos subió un 0.1%. Las presiones inflacionarias provinieron principalmente del lado de los bienes, que aumentaron un 0.5%, en comparación con el aumento del 0.3% en los servicios. Otra presión al alza provino de los servicios de viajes internacionales, el transporte aéreo y los servicios financieros y de seguros.
Además del aumento de la inflación, el gasto de los consumidores se disparó un 0.8% mensual, por encima de la estimación del 0.5%, lo que posiblemente indica presiones inflacionarias adicionales. Los ingresos personales aumentaron un 0.3%, ligeramente por debajo de la estimación del 0.4%.
Estos datos se dan después de que la Reserva Federal mantuviera estable su tasa de endeudamiento de referencia a corto plazo e indicara que todavía no ha visto suficientes avances en materia de inflación como para considerar un recorte.
Los mercados esperan que la FED mantenga la calma en su próxima reunión el 1 de mayo y luego considere recortes en la reunión del 11 y 12 de junio.